Las aguas termales provienen de las capas subterráneas de la tierra, a mayor temperatura que la superficie y son ricas en varios componentes minerales. Se utilizan en tratamientos terapéuticos, sobre todo en forma de baños, pero también irrigaciones, inhalaciones y calefacción. Se ubican por lo general en una falla terrestre y suben en forma de vapor o de agua caliente.

Desde épocas remotas, las civilizaciones antiguas utilizaban los baños con aguas termales para curar enfermedades y también como un sitio de socialización. Los hallazgos más antiguos de esta práctica datan de 2000 años a.C. en la India, también en Italia y Grecia.

Existen diferentes tipos de aguas termales, las magmáticas llegan a 50 grados centígrados, son ricos en boro, fósforo, nitrógeno, arsénico.  Las telúricas son de menor temperatura y contiene sales, bicarbonato y cloruro.

Tienen efectos químicos, físico y biológicos ya que aumenta la temperatura corporal, mata gérmenes y virus, incrementa la circulación sanguínea, oxigena las células y disuelve toxinas.

Mejora la alimentación de los tejidos en la piel, estimula el metabolismo mejorando la digestión, estimula el sistema inmune y las funciones glandulares.

La terapia repetitiva puede llegar a regular funciones endocrinas, favorables para tratar determinadas dolencias por sus propiedades sanadoras.

Consejos para tomar un baño termal

Ten en cuenta que la presión que el agua caliente ejerce sobre la caja torácica hace que la inspiración sea más simple pero no la espiración. Puede traerte somnolencia, sensación de fatiga o cansancio. Apenas experimentes estos síntomas, sal de la piscina.

No permanezcas más tiempo del aconsejable en las piscinas, sobre todo las que son cubiertas o con el agua demasiado caliente. Los instructores o médicos son los que indicarán los minutos para cada caso en particular.

En Guatemala puedes disfrutarlas en

  • Quetzaltenango, LAS GEORGINAS
  • Amatitlán, SANTA TERESITA
  • El Progreso Sanarate, SAN ANTONIO LA PAZ
  • Chiquimula, CAMOTÁN

 

Share: