“La esperanza no es ni realidad ni quimera. Es como los caminos de la Tierra: sobre la Tierra no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeúntes”. 
Lu Xun (China 1881-1936)

El año que termina cierra un capítulo. Pero con él comienza uno nuevo que nos acerca a una fuente inagotable de esperanzas. Por lo tanto, entre las tradiciones de comer doce uvas a la media noche, o aquellas que nos invitan a cruzar la puerta con una valija llena, también aparecerá en el corazón de muchos hogares guatemaltecos una luz que los aliente a vivir una vida mejor.

Así es como debemos esperar ese nuevo comienzo. Y más aún, cuando el capítulo que cerramos en el país ha sido golpeado por la crisis socioeconómica, que ha producido cambios negativos para Guatemala. La buena noticia es que, dentro de ese contexto, el sector de la belleza ha dado muestras de crecimiento.

Los números evidencian que a través de nuestro sector podemos aportar a la construcción de un mejor país, de uno en donde se visualicen oportunidades de crecimiento, en donde el emprendimiento sea un estilo de vida y en donde todos compartamos una misma visión.

Y esto solo podemos lograrlo si “damos la milla extra” desde cualquier puesto de trabajo, ya sea el propietario, colaborador, estilista, masajista, pedicurista o el lector que nos honra con su tiempo en cada edición.

El año 2019 es propicio para que nos profesionalicemos, para que sobresalgamos en lo que hacemos y para que brillemos en una esquina de este mundo, pero con una luz tan grande que podamos destellar en la vida de alguien más.

Cierre los ojos si algo no le agrada a su espíritu. Cierre sus labios si sus palabras no edifican. Pero si lo que desea es consolar al necesitado, abra sus brazos y brille como lo que es, el lucero perfecto de la creación.

¡Feliz Navidad y próspero 2019!

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