La imagen es mucho más que una simple apariencia, una combinación de colores, prendas o accesorios. Detrás de cada elemento hay una intención, un concepto e incluso un deseo. Y no solo eso, las ausencias en nuestra imagen también son elocuentes. Lo mismo ocurre con las tendencias, no son caprichosas, sino que responden a diferentes mensajes o inquietudes sociales.

Son cuestiones importantes que bien merecen asesoramiento, tal y como afirma el peluquero de Oviedo, Manuel Mon: “Tendemos a copiar la imagen de personas que son para nosotros referentes en imagen, como celebrities o influencers, pero el corte de pelo que ellas llevan, el bikini o el vestido y el maquillaje han sido escogido según las características de su cuerpo, su cara o su cabello. Son elementos que les favorece porque han sido personalizados, adaptados, por eso la función de un profesional de la imagen es fundamental para mejorarla”.

Cuando deseamos crear una imagen coherente, debemos indagar cuál es nuestra esencia, aquellos elementos que nos hacen sentir bien y en armonía con nuestro modo de actuar y pensar. Entre todos estos aspectos, el maquillaje, el peinado y las prendas que vestimos deben dialogar entre ellas y a la vez con nosotras. “El cabello es una de las piezas fundamentales a la hora de construir una imagen. Un mal corte o un mal peinado puede deslucir el rostro, nuestra tarjeta de presentación. Muchas veces no nos damos cuenta que debemos adaptarlo a nuestras necesidades, características y estilo de vida, y que debemos escuchar al peluquero o peluquera para que realice un estudio de nuestra fisonomía, estilo, etc.” asegura la fundadora de Llata Carrera Peluquería, Santa Cruz Bezana (Cantabria), M.ª José Llata.

Si nuestra forma de peinarnos es fundamental, el maquillaje tiene que ir consonancia con el momento del día, nuestra actividad, el cabello y cómo vamos vestidos. Carles Sánchez, cofundador del salón Pelsynera en Arenys de Mar (Barcelona) lo tiene claro:” Tendemos a minimizar la importancia del maquillaje, del cabello y muchas veces solo nos fijamos en las prendas. Craso error. Descuidar alguno de estos elementos puede arruinarte una cita, una entrevista de trabajo…y no porque la imagen nos etiquete y nos condicione, sino porque puede ser evidente que no nos sentimos cómodos y hacemos un esfuerzo por parecer lo que no somos.”

Cuando observamos un editorial de moda o una colección creativa vemos como todo está enfocado a una intención, a reforzar una idea. Normalmente hay un hilo inspiracional que lo une todo y todos estos elementos se utilizan para reforzar ese mensaje. Lo mismo debe ocurrir con nuestra apariencia, adaptando el símil a nuestra vida diaria. El estilista de Bilbao, Jose Urrutia, defiende que debemos “investigar sobre lo que es esencial para cada persona en la vida, aquellas cosas que conforman su ADN, qué le hace diferente como individuo. En lo esencial, lo auténtico, está la verdadera diferencia”.

La globalización parecía haber llegado para unificarlo todo, sin embargo, más allá de dictados o sugerencias, la libertad pasa por desarrollar al máximo nuestra personalidad y preferencias y disfrutar de ellas.



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