¿Por qué debo hacerme un masaje?
Los masajes son una experiencia relajante, tiene como objetivo descargar el estrés y el cúmulo de tensiones que se ven reflejadas en nuestro cuerpo, está ligado al aspecto psico afectivo, es por lo que sigue prodigándose ya que tiene un fin terapéutico.

Los efectos del masaje son:
En la piel, las manipulaciones del masaje estimulan la producción y liberación local de un neurotransmisor llamado Sustancia P, el cual produce vaso dilatación local, lo que la temperatura aumenta de dos a tres grados centígrados. Esto favorece un ablandamiento de los tejidos por lo que induce un aumento de la elasticidad de la piel. En el sistema muscular, se recupera la musculatura ya que reduce la fatiga y mejora su capacidad de respuesta.

En el sistema circulatorio, el estímulo cutáneo del masaje aumenta la formación de histamina y sustancias derivadas que viajan a través del torrente sanguíneo y linfático otorgando beneficios en los vasos de los diferentes órganos. Esto implica una mejora en la oxigenación y nutrición de los tejidos, aumenta el metabolismo celular. Y por último en el sistema nervioso, el masaje aumenta la temperatura por lo que incrementa el flujo sanguíneo provocando un vaso dilatación con lo que se consigue mayor oxigenación. Disminuye los niveles de cortisol (hormona del estrés).

Por lo que vale la pena tomar el tiempo para un masaje, hay distintos tipos desde el convencional relajante hasta el de piedras calientes.

Así que consulta en un lugar especializado y ¡disfruta de los beneficios!

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