Aunque tengamos nuestra rutina de limpieza siempre es necesario realizarla de una forma profunda en algún establecimiento especializado en el cuidado de la piel. Primero logras conocer si existe alguna nueva necesidad que tenga tu piel, ya que pueden existir cambios como cuando sientes que la crema no te brinda la suficiente humectación o cuando notas pequeñas manchas o las temibles líneas de expresión, la esteticista podrá asesorarte según lo que necesites. En cuanto a la limpieza profunda, esta elimina todo tipo de impurezas, drena las toxinas, estimula el colágeno, brinda un confort a la piel además del relax que provoca. Es importante consultar cómo es el proceso ya que existen diversas técnicas, pero debes tomar en cuenta que el protocolo de una limpieza facial profunda debe tener los siguientes pasos:
1. Evaluación por parte de la esteticista para conocer el tipo y estado de la piel, esto se realiza con una pequeña entrevista y de una forma visual y táctil.
2. Se procede a la fase de limpieza según el tipo de piel, en esta incluye la exfoliación que no es necesaria en todos los casos y la esteticista debe explicar el por qué.
3. Si es necesario realizar extracción de comedones se realiza con el vapor que ayuda a dilatar el poro para que sea fácil la eliminación de estos.
4. Se procede a emplear la alta frecuencia que este ayuda a desinflamar y cerrar el poro abierto, es un bactericida.
5. Se aplica un fango o mascarilla según la necesidad de la piel.
6. Por último, se aplica una crema hidratante o equilibrante con protector solar.
Se recomienda realizar la limpieza profunda de 6 a 8 semanas según lo indique la esteticista, cuando existe alguna alteración cutánea como el acné debe ser más continuo ya que tiende a mantener la piel congestionada y es necesario depurarla.
Consulta algún centro especializado del cuidado de la piel al que puedas acudir.
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